Aprovechando el sonido de la naturaleza que se vive en el lugar, cada día la Reserva Natural Francisco Tau nos propone algo nuevo que no vimos anteriormente. Un verde distinto, un ave, un nuevo sonido del agua a su paso por el río, una brisa que mueve con cuidado las ramas de la frondosa arboleda…en fin, un lugar que siempre nos invita a volver.
Y es lo que hacen muchísimos bellvillenses y ocasionales visitantes de la ciudad que no dejan de asombrarse por el encanto y belleza de nuestra reserva, enclavada en el corazón de la ciudad.
“Es como si la Reserva jugara a la piedra libre con sus encantos, los cuales va mostrando de a poco y de forma interminable”, definió alguien alguna vez.
Senderito de mi parque,
por dónde me llevarás?
Muéstrame tu nuevo encanto y
sorpresas, sí las hay!
Guíame que en vos confío,
porque algo nuevo tendrás.
Llévame por los nuevos colores,
que seguramente hoy me propondrás.
Hazme ver una nueva ave u oír un nuevo canto,
muéstrame ese verde del tala que antes no lo vi.
Condúceme por los secretos de la naturaleza
que en mi parque siempre me sorprendí.
Senderito de mi parque,
márcame el lugar del río.
Sus aguas entre sus recovecos,
siempre vida traerán.
Senderito de mi parque,
cuántas gracias te doy.
Senderito de mi parque, sol de mi juventud…
Senderito de mi parque, gracias por vivir en plenitud.
(Senderito de mi parque-Autor bellvillense)